Sugerencia del FMI

Periódico Digital 7DIAS
8 de Agosto del 2009

Sugerencia del FMI


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Sorprende entonces, que alguien, llámese FMI, o como se llame, esté sugiriendo aumentar el gasto del sector público dominicano, mediante financiamiento externo.


La misión del FMI que visita el país acaba de darle una manito al gobierno al afirmar que se hace necesario aplicar una política expansiva del gasto público, para acompañar la supuesta reacción de los sectores productivos a la reducción de las tasas de interés. El crédito de la banca aumentó 13,366 millones de pesos, de abril a julio del 2009, según las estadísticas del Banco Central, mientras en el primer semestre del año las importaciones se cayeron en un 33 por ciento y las recaudaciones de la Dirección General de Aduanas en 10 mil millones de pesos, por debajo de lo proyectado.

El componente importado de la economía dominicana es bastante elevado, supera el 90 por ciento. Como se explica que las importaciones se reduzcan en un porcentaje tan significativo, se caigan las recaudaciones y la económica crezca en 1,4 por ciento. Esta sugerencia del FMI podría partir de premisas falsas. Hasta ahora el FMI y los más prestigiosos economistas internacionales habían planteado que solo los países de América Latina con superávit fiscal o en equilibrio podían darse el lujo de expandir el gasto público para enfrentar el impacto de la crisis. Chile salió a relucir como un buen ejemplo de manejo prudente de las finanzas públicas y nosotros como un buen ejemplo de lo que se debe hacer en medio de expectativas externas sombrías.

De igual manera, el FMI había estado planteando que los países que no estuvieran excesivamente endeudados con el exterior tendrían mejores oportunidades para acudir a los mercados internacionales en busca de financiamiento, pero que de todos modos habría una reducción del flujo del financiero externo hacia la región. La República Dominicana no está entre los países de la región menos vulnerables a los impactos negativos de la caída de los ingresos de divisas en la balanza de pagos. Nuestro déficit de balanza de pagos el año pasado más que duplico el estándar internacional considerado aceptable, que es de cuatro por ciento del PIB. El de nuestro fue de 9,5 por ciento.

Sorprende entonces, que alguien, llámese FMI, o como se llame, esté sugiriendo aumentar el gasto del sector público dominicano, mediante financiamiento externo, si precisamente en el presupuesto del presente año se incluyen recursos externos por aproximadamente 2,300 millones de dólares, de los cuales apenas podrían ingresar la mitad. Las expectativas eran que cerraríamos el año 2009 con un déficit fiscal cercano a los 70 mil millones de pesos. Sin embargo, de no cambiar la tendencia de los ingresos fiscales en el primer semestre del año, podríamos quedarnos cortos.

Ningún economista en su sano juicio, ni ningún agente económico en iguales condiciones, se opone porque sí a las ventanas del financiamiento de la banca internacional y de los organismos multilaterales y bilaterales. Las críticas vienen porque en el fondo ese financiamiento externo va a parar a gastos corrientes de baja calidad, sin consecuencias favorables en la educación, la salud, la alimentación y la creación de empleos productivos.

Preocupa retornar a la tendencia del periodo 1996-2000, en sentido de privilegiar los créditos a las exportaciones de los países que nos prestan.. Se trata de préstamos que en un 85 por ciento es mercancía vendida a crédito por el fabricante (brasileño, español) pagado por una entidad de apoyo oficial, y un 15 por ciento del monto que se paga con el préstamos de un banco privado. No garantizan adquirir la mejor mercancía al menor precio y incentivan la corrupción bilateral entre los funcionarios involucrados en la operación.

Julio Caminero