lunes, 10 de agosto de 2009

Leyendo al revés

Periódico Digital 7 DIAS
9 de Agosto del 2009


Leyendo al revés

El viejo “zorro” queda atrapado en las redes de la transparencia, de la que ha huido siempre.

URL:
http://7dias.com.do/app/article.aspx?id=57250

Si usted examina la prensa escrita de estos días, la capacidad de autogenerar “opinión pública” del Banco Central dominicano que dirige Héctor Valdez Albizu es tan “espontánea” y rica que falta muy poco tiempo para acercar al país a un estado general de bienestar que provocaría una estampida de ciudadanos blancos de Estados Unidos hacia esta pequeña isla caribeña.

Hay uno de esos cronistas que escribe poesía cada semana sobre el significado del crecimiento de los certificados (pasivo) del Banco Central, me imagino que pronto editará un libro y abriéndose paso por cualquier medio se instalará en la primera fila para optar al premio nacional que otorga una muy prestigiosa firma privada en cada Feria del Libro.

Sin embargo, más allá de las opiniones de quienes escriben bajo el signo de los pesos que paga con el cuasi fiscal el mismo Banco Central, una simple lectura al revés de las estadísticas monetarias publicadas hace poco por esa institución para hacerlas coincidir con el sistema de estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), dicen todo lo contrario a lo que el grupo de papagayos repite como si sus lectores fuesen idiotas.

Antes de continuar debo hacer una aclaración y es la de que el anuncio del Banco Central de adoptar el sistema de estadísticas al Sistema Monetario Centroamericano no es un hecho aislado. Si usted compara los resultados financieros y monetarios en el viejo sistema de Valdez Albizu con los del “nuevo sistema” encuentra importantes diferencias. Mientras en el anterior, el Banco Central maquilla resultados, con el nuevo no sucede.

Si usted quiere alguna prueba examine el crecimiento del pasivo, tanto en moneda local como extranjera, que asume el Banco Central hasta junio del 2009. El pasivo total crece en 30 mil millones de pesos del 2007 al 2008, mientras que en los primeros 6 meses del 2009 el crecimiento es de de 17 mil millones de pesos.

Con ese enorme crecimiento del pasivo del Banco Central (57 mil millones de pesos en 18 meses), sin que (hasta donde se conoce) haya dado asistencia de liquidez a algún banco o entidad financiera ni al Gobierno, el banco emisor está en una posición cada vez más débil para actuar en política monetaria.

Al adicionar ese pasivo al crecimiento de la deuda pública del Gobierno central en el mismo período, se puede concluir que el mal gobierno ha producido otro hoyo financiero equivalente al de la crisis del 2003-04. Y entonces es fácil entender por qué Valdez Albizu prefiere soltar las riendas de la economía al FMI.

Mientras, apunto lo siguiente: “el nuevo” sistema estadístico presentado al país es el mismo del FMI, pero Valdez Albizu lo oculta diciendo decir que es el mismo de sus pares centroamericanos. Lo que ha hecho en realidad es aceptar el sistema de estadísticas del FMI que encontró al reasumir el cargo en el 2004.

Por mi conocimiento y experiencia con el FMI, aseguro que desde hace años esa entidad no acepta el viejo sistema de cuentas del Banco Central. Sin embargo, como concesión, el FMI permitió al Banco Central y al gobierno que se manejaran con “doble moral” que es lo mismo que decir con dos sistemas: al volver al cargo, Valdez Albizu reinstaló el viejo sistema para “manejarse con la opinión pública”, mientras para las discusiones internas con el FMI y los organismos multilaterales solo se aceptan las conclusiones basadas en el sistema estadístico del organismo internacional.

Ahora que Valdez Albizu tiene interés en volver a negociar con el FMI, ese organismo no está condiciones de hacerle concesiones, por aquello de la doble moral y porque ahora cree que puede haber cambio de gobierno en algunos años. Así actúan los organismos multilaterales.

Si quieren más pruebas vean lo siguiente. El próximo paso del Banco Central para “homologar” su sistema de estadísticas al del Sistema Monetario Centroamericano se refiere al tratamiento de esa entidad al producto interior bruto (PIB) y a las cuentas de la balanza de pagos. En el primer caso deberá presentar el crecimiento del PIB por trimestres, tal y como lo hacen las estadísticas del FMI, mientras en las cuentas de la balanza de pagos se deberá corregir los atrasos convertidos en provisionalidades.

De esa forma, el viejo “zorro” queda atrapado en las redes de la transparencia, de la que ha huido siempre.


Félix Calvo

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